El feng shui es una filosofía procedente del taoísmo que alude al espacio doméstico como principal epicentro de la energía vital - o chi -. De este modo, la correcta colocación de ciertos muebles o la posición de un espejo en nuestro hogar pueden ser claves a la hora de que estas energía fluyan de forma positiva.
Sí, sabemos que todo os suena un poco a chino - y nunca mejor dicho - pero quizás pequeños detalles como cerrar la cubierta del WC o colocar la cama en un nuevo ángulo, entre otras normas del feng shui que debes seguir, contribuyan a cambiar un poco más tu vida... a mejor.
Antes de adentrarnos en tu casa vamos a comprobar la ubicación de la misma, un factor imprescindible a la hora de dictaminar cuan positivo es el chi. Algunos factores que pueden afectar o negativizar esta energía vital residen en una ubicación cercana a una central eléctrica, ya que la energía que esta genera puede crear conflicto al confluir con el chi y convertirlo en negativo.
Otras normas confirman que el hecho de vivir en casas construidas en la ladera de una colina ralentizan la fluidez del chi, mientras que las situadas bajo el nivel de la misma calle pueden provocar pérdidas económicas a quien vive dentro. ¡Ah! Y nada de cementerios cerca, lo normal vaya.
El recibidor de la calle se conoce como "Boca del Chi", algo bastante lógico teniendo en cuenta que el primer lugar de casa por el que pasamos es el mismo por el que penetran las energías externas. Tener un puente pintada en colores como marrón o verde ayudan a atraer una buena energía que deberá fluir por un recibidor luminoso y libre de de demasiados artículos. Esta energía fluirá directamente hacia las diversas zonas de la casa, en la cual encontramos el resto de dependencias habitables que podemos dividir según el mapa del bagua, un sistema que ayuda a aplicar a cada rincón su simbolismo según el estado emocional o uso diario.
El feng shui, una de esas muchas filosofías orientales que Occidente convirtió en moda.
La conocida como Trinidad del Feng Shui está compuesta por el baño, tu habitación y, especialmente, la cocina, tres espacios en los que se fomenta el bienestar del habitante, ya sea mediante el buen descanso, las necesidades privadas o la alimentación.
Es por ello que a la hora de aplicar el feng shui en nuestra cocina debemos tener especial atención en la ubicación de la misma en el mapa bagua, el cual, sugiere que el elemento de fuego (horno, por ejemplo) quede ubicado en la parte suroeste de la cocina. No dejar platos sucios, mantener limpios los electrodomésticos y no ubicar la cocina frente a una habitación son otros factores clave.
La habitación es el lugar en el que nos relajamos y, como tal, la buena energía debe ser vital tanto antes como durante el sueño. Uno de los principios básicos del feng shui respecto a nuestra alcoba es alejar la cama lo máximo posible de la puerta, principal entraga de un chi demasiado fuerte como para estar expuestos durante todas las horas de sueño.
Evita también dormir bajo una viga, tener el cabecero de la cama enfocado a una ventana y tener espejos en la misma ya que, según los principios taoístas, estos promueven la infidelidad en la pareja.
El baño es la zona de la higiene, de la relajación y, especialmente, del agua, uno de los elementos más poderosos. Es por ello que se recomienda aplicar los colores de la Tierra, elemento que siempre consigue moldear la fuerza del agua, de modo que compra toallas de colores marrones o pinta las paredes en tonos ocres para potenciar la presencia de la tierra en el cuarto de baño.
Otros consejos importantes incluyen cerrar la tapa del WC para evitar la fuga de energía o la colocación de espejos pequeños en espacios apartados con tal de no perturbar el equilibrio del cuarto.
Y hablando de filosofía china, ¿conocíais el chi kung?
Estas normas del feng shui que debes seguir en tu hogar combinan los conocimientos ancestrales del taoismo con otras costumbres mucho más conocidas y enfocadas, simplemente, al bienestar de la persona dentro de su casa. Potencia aquellos elementos que te hacen feliz como velas o ambientadores, evita la suciedad o mantén las puertas siempre cerradas, consejos que nos ayudarán a convertir nuestro hogar en nuestro particular y necesario santuario.
¿Te animas a aplicar alguna de estas normas?
