Aunque es difícil captar en el momento a un mentiroso, toma en cuenta que con un poco de práctica podrás acertar.
Para que no te dejes sorprender, te damos algunos tips de cómo puedes saber quien te miente o que revelan tus mentiras.
1.- En la respuesta va la pregunta.
Supongamos que quieres “capturar” a alguien en la mentira. Tu primer instinto es preguntarle para saber qué tan capaz resulta de decir la verdad. El primer tip que despertará tus sospechas es si a la pregunta recibes la repetición de la misma.
Por ejemplo, si dices ¿Hablaste con ella anoche? y la respuesta es: ¿Que si hablé con ella anoche? ¡Encendé la alarma! Si el sospechoso repite toda o una parte de la pregunta como si no la hubiera entendido, o peor aún, si la repite completa y la acompaña de una respuesta tímida, te está mintiendo.
2.- La boca.
Allan Pease, experto en lenguaje corporal y autor de libros sobre el tema, asegura que la boca y sus alrededores son una zona de peligro cuando se trata de esconder una mentira. Tal como sucede con un niño que dice o escucha una grosería y se de inmediato se tapa la boca, los adultos tienen la misma reacción, aunque ya más ‘madura’.
Si el interrogado se toca las comisuras de los labios o la punta de la nariz mientras te responde, te está mintiendo.
3.- La transpiración.
Cuando una persona se siente amenazada suda mucho.
Esto se debe a que el sistema límbico presiente el peligro, el cual se deriva de no tener cómo cubrir las mentiras. Si está sudando, o nervioso… ahí tienes otra pista.
4.- No hay contacto visual.
El que miente sufre su propio infierno, así que al ocultar la verdad tratará a toda costa saber si realmente le creíste. Ahí es donde lo puedes poner a prueba. Las manos, al igual que los ojos, se mueven menos cuando te mienten.
El exceso, dicen los expertos, es sospechoso. Si esa persona se queda viendo fijamente un objeto para no mirarte, lo más probable es que no tiene un argumento para defenderse.
5.- Se justifica antes de tiempo.
Cuando nos sentimos culpables o queremos demostrar nuestra inocencia, nos justificamos de manera innecesaria.
Quien dices mentiras habla de manera fluida incluso porque ha ensayado su respuesta, mientras que alguien que no miente se da tiempo para estructurar la respuesta y hablar con la verdad.
6.- Bajar el tono de voz.
Aunque parezca trillado, el tono y volumen de voz baja hasta 50 por ciento cuando se dicen mentiras.
No es que el mentiroso se quede afónico, pero sí omite con el volumen los detalles para no ser descubierto.